El servicio de transfusión funciona las 24 horas del día en Clínica Niño Jesús I, abasteciendo de componentes sanguíneos a todos los pacientes que lo requieran, El servicio de transfusión es imprescindible para el funcionamiento de la Unidad de Terapia Intensiva (U.T.I), y especialmente en la actividad quirúrgica y emergencias. El servicio funciona con el banco de sangre regional, donde la sangre es sometida a todos los controles de calidad exigidos por el ministerio de Salud y el programa nacional de sangre.
Transfusiones de sangre
Una transfusión de sangre es un procedimiento médico relativamente sencillo durante el cual un paciente recibe sangre o algún componente de la sangre a través de una vía intravenosa (IV).
La sangre es como el medio de transporte del cuerpo. A medida que la sangre circula, lleva el oxígeno y los nutrientes a todo el organismo. También recoge los productos de desecho y los lleva a los órganos responsables de eliminarlos.
La sangre es una mezcla de células y líquido, y cada componente de ella tiene una función específica:
• Los glóbulos rojos transportan el oxígeno a los tejidos del cuerpo y eliminan el dióxido de carbono.
• Los glóbulos blancos defienden al cuerpo de las infecciones produciendo anticuerpos, que ayudan a destruir los microorganismos extraños del cuerpo.
• Las plaquetas son fragmentos de células que ayudan a la coagulación, para evitar y controlar las hemorragias.
• El plasma es la parte líquida de la sangre y contiene una mezcla de agua, proteínas, electrolitos, hidratos de carbono, colesterol, hormonas y vitaminas.
Una transfusión de sangre puede utilizarse para reponer una pérdida de sangre o de una parte de ésta. Aunque puede transfundirse sangre completa, esto se hace raras veces. En vez de eso, se hacen transfusiones de los componentes de la sangre que se necesitan. Los glóbulos rojos, la parte que se transfunde más a menudo, se utilizan para incrementar la capacidad de la sangre de transportar oxígeno y para evitar el agotamiento y otras complicaciones.
Las transfusiones duran entre 1 y 4 horas, dependiendo de la cantidad y del tipo de sangre que se administre, y no se requiere ningún tiempo especial de recuperación.
La mayor parte de las transfusiones se llevan a cabo en un hospital, pero cuando es necesario pueden hacerse en otros lugares. En la mayoría de los casos, la sangre proviene de donantes voluntarios. La sangre del donante, que se analiza cuidadosamente para garantizar su seguridad, debe ser del mismo grupo sanguíneo que la sangre de la persona que la recibe.
Por qué se hace una transfusión de sangre?
Las tres razones principales por las que un paciente puede necesitar una transfusión de sangre son:
1. Pérdida de sangre durante una operación o por una herida o enfermedad.
2. Una incapacidad de producir suficiente sangre. Algunas enfermedades y tratamientos pueden afectar la capacidad de la médula ósea de producir sangre
3. Para evitar complicaciones derivadas de enfermedades de la sangre o trastornos hemorrágicos, como la anemia falciforme , la talasemia o la anemia provocada por enfermedades renales, la hemofilia o la enfermedad de von Willebrand.
¿De dónde procede la sangre?
Como no existe ningún producto artificial que pueda sustituir a la sangre, la sangre que se suministra en las transfusiones debe ser donada. Hay tres maneras en las que se puede donar sangre:
1. Donación de sangre autóloga. A veces, cuando las personas saben de antemano que van a necesitar una transfusión (para una operación quirúrgica programada, por ejemplo), pueden donar su propia sangre de antemano.
2. Donación directa. Ésta es la sangre que dona un familiar o un amigo con sangre compatible para un paciente concreto.
3. Donación de voluntarios. Como no hay pruebas médicas de que la sangre de donantes directos sea mejor que la de donantes voluntarios, la mayoría de los pacientes reciben sangre donada en las campañas para donación de sangre.
Algunas personas temen contagiarse de enfermedades si reciben sangre infectada, pero las reservas de sangre de los bancos de sangre aplican medidas estrictas para garantizar la seguridad de la sangre suministrada.
Actualmente, el riesgo de contraer enfermedades como el SIDA o la hepatitis es extremadamente bajo, porque los análisis para seleccionar la sangre adecuada son muy estrictos. Además, las agujas y el resto del material utilizado son estériles, se utilizan sólo con una persona y luego se desechan.
Prepararse para una transfusión de sangre
Si una persona necesita una transfusión de sangre, el médico hablará con el paciente o la familia para explicarle el procedimiento, Una vez el medico da la información, le pedirá que firme un consentimiento informado, declarando que entiende el procedimiento y sus riesgos y autorizando que se lleve a cabo la transfusión de sangre a su familiar.
Si no se trata de una urgencia que pueda conllevar algún riesgo potencialmente mortal, se realizarán dos pruebas:
Determinación del grupo sanguíneo. Para confirmar el grupo sanguíneo, un bioquímico o auxiliar extraerá una muestra de sangre. Esta sangre se etiqueta inmediatamente con el nombre del paciente y un número de registro. Después la sangre se lleva al servicio de transfusión de la clínica, donde el bioquímico responsable determina el grupo sanguíneo.
Pruebas de compatibilidad. Una vez se conoce el grupo sanguíneo, se elige la sangre de un donante compatible. Como comprobación final, el bioquímico del servicio de transfusión mezclará la sangre de la muestra del paciente con la sangre de la muestra de un donante para confirmar que sean compatibles. Si se aglutinan, no son compatibles. Si la sangre se mezcla homogéneamente, sí los son. La sangre que se considera compatible se etiqueta entonces con el nombre del paciente y el número de registro, y se lleva al lugar donde el paciente recibirá la transfusión.
Beneficios para el paciente
En los pacientes con anemia, el mayor beneficio de una transfusión es que aumenta el flujo de sangre que nutre los órganos y los niveles de oxígeno del cuerpo. Esto puede aliviarles la sensación de extremo agotamiento y aportarles mayor energía para las actividades cotidianas. Estos beneficios se notan bastante pronto.
Para los pacientes con problemas relacionados con hemorragias, las transfusiones de plaquetas o de plasma pueden ayudar a controlar o evitar las complicaciones derivadas de las hemorragias.
Las reacciones adversas a las transfusiones son poco frecuentes, pero como ocurre con cualquier procedimiento médico, hay algunos posibles riesgos que raras veces produce complicaciones.
¿Por qué es importante donar sangre?
Porque es imprescindible para la vida. La sangre humana es tan compleja que nadie, ningún científico, la ha podido reproducir de manera artificial. La sangre solo puede obtenerse de otras personas mediante la donación, de ahí que los donantes tengan un papel tan importante. Todas las personas con unas condiciones físicas mínimas y con un corazón generoso pueden donar sangre sin perjuicio para la salud. Es más, produce beneficios al donante.
¿Qué beneficios tiene para el donante?
Primero, la satisfacción por la responsabilidad social. Con cada donación de sangre se salvan en promedio tres vidas. Los bancos de sangre la procesan y la fraccionan para obtener componentes distintos como el concentrado de glóbulos rojos, de plaquetas y de plasma. Cada uno de estos componentes resuelve una situación vital para otra persona.
Cuando se dona sangre se extraen aproximadamente 450 ml de sangre y al hacerlo el organismo, y más precisamente la médula ósea, recibe esa información y empieza a producir más glóbulos rojos y blancos de una manera más activa de lo normal, lo cual oxigena los órganos y tejidos. Donar sangre permite unos niveles de hemoglobina estables, especialmente en personas que viven en latitudes muy altas y frías donde el oxígeno es más concentrado.